Para muchos, la llegada del verano significa olvidarse de comer sano y abusar de otro tipo de comidas menos saludables. Aunque darnos un capricho de vez en cuando en vacaciones no está nada mal, no debemos olvidar la importancia que tiene una dieta saludable para nuestro organismo.
Si quieres conocer cuáles son los beneficios de comer sano, te los contamos a continuación:
Pérdida de peso
Una bajada de peso en pacientes con obesidad o sobrepeso puede reducir el riesgo de padecer algunas patologías cardiovasculares en ciertos pacientes, entre ellas: enfermedades cardíacas, diabetes, disminución de la densidad ósea, aumento de las probabilidades de desarrollar algún tipo de cáncer.
Si estás pensando en reducir la ingesta de calorías diaria, las frutas y verduras no pueden faltar en tu dieta. Deshazte de los alimentos procesados y anímate a cocinar por ti mismo recetas sanas, ricas y sencillas. Y no te olvides de realizar una hora de ejercicio moderado al día, para mantener el corazón joven.
Reducir el riesgo de padecer cáncer
Como todos sabemos, una dieta poco saludable puede llevar a una persona a sufrir obesidad, lo que puede aumentar el riesgo de padecer cáncer.
Un estudio del año 2014, realizado por la Organización Mundial de la Salud, reflejó que una dieta rica en frutas, reducía las posibilidades de sufrir cáncer en el tracto gastrointestinal superior y también, que ingerir una gran cantidad de fibra disminuía el riesgo de cáncer de hígado y de cáncer colorrectal.
Además, muchos de los fitoquímicos que encontramos en los vegetales y en las legumbres actúan como antioxidantes, lo que protege a las células del daño que puede causar el cáncer. Algunos de estos antioxidantes son los betacarotenos, el licopeno y las vitaminas A, C y E.
Controlar los síntomas de la diabetes
Comer de una manera más saludable puede ayudar a los diabéticos a perder peso, mejorar los niveles de glucosa en sangre. Mantener la tensión y el colesterol en niveles adecuados, prevenir o retrasar complicaciones derivadas de la diabetes.
Es esencial para estas personas reducir la ingesta de comidas con azúcares añadidos y sal, y evitar en la mayor medida posible, las grasas saturadas.
Y tú, ¿qué esperas para empezar a comer saludable?. Te sentirás bien por dentro y sus ventajas las verás por fuera.